Víctor o Victoria Sinopsis: París, años treinta. Tras el fracaso de una audición en un cabaret, Victoria Grant (Julie Andrews) camina hambrienta y desolada por las calles de la ciudad. Acuciada por el hambre, decide utilizar una estratagema para disfrutar de una suculenta comida sin tener que pagar. En el restaurante, conoce a Toddy (Robert Preston), un homosexual que no sólo le ofrece hospitalidad, sino que tiene la brillante idea de convertirla en Víctor, un travesti cuyo éxito será inmediato y espectacular. Pero la situación de Victoria se complica cuando King Marchan (James Garner), el dueño de una cadena de cabarets de Chicago, se siente irresistiblemente atraído por Víctor. “Víctor o Victoria?“, coproducción entre Gran Bretaña y EEUU, una agradable comedia de uno de los maestros del género, el a veces irregular Blake Edwards, recordado autor de Desayuno con diamantes, el guateque, Días de vino y rosas y La pantera rosa y sus secuelas. En esta cuidada producción sobre el musical parisino de los años 30, un guion del propio director basado libremente en un melodrama alemán de 1933 del mismo nombre dirigido por Reinhold Schünzel. Fue el último éxito de Edwards en la gran pantalla, con buena acogida de crítica y público, una historia simpática y amable con una magnífica puesta en escena de personajes, números musicales y ambiente, incluyendo algunos divertidos gags, y proponiendo temas como la homosexualidad, el transformismo, la dualidad y las diferencias entre hombre-mujer, tratados con humor y sin entrar en polémicas, en la dualidad de la visión de los años 30 y la mentalidad de los 80. Un gran reparto de actores que tuvieron épocas mejores y que lo dan todo en esta ocasión, empezando por Julie Andrews, mujer de Edwards, cambiando sus registros más reconocidos en las recordadas Mary Poppins y sonrisas y lágrimas, y un espléndido veterano como Robert Preston, arriesgando en un papel lejano también a sus interpretaciones de hombre duro del western. Muy bien secundados por el siempre profesional y eficaz james Garner (La gran evasión o El diario de Noah), y una divertida e ingenua Leslie Ann Warren, en la mejor actuación de su carrera. Magnífica y premiada banda sonora de uno de los grandes compositores, Henry Mancini, habitual en muchas de las películas de Edwards, colaborando con el letrista Leslie Bricuse para las canciones, con unos estupendos números musicales, que van desde su más reconocible tono de jazz hasta temas más líricos o interpretaciones operísticas. En la tertulia con Gabriel Aysa y mariano poyatos, con los que pasamos un buen rato.

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